Había una vez una niña llamada Simona que vivía en una casa grande y hermosa con sus padres y su amiga cachorra, Chuchoca. Simona era una niña curiosa y aventurera que siempre estaba buscando nuevas emociones y aventuras. Un día, mientras jugaba con Chuchoca en su habitación, Simona notó un extraño ruido que venía debajo de su cama. Simona se asustó un poco, ya que había escuchado historias sobre monstruos que vivían debajo de las camas de los niños y los aterrorizaban por la noche. Chuchoca, notando el miedo de su amiga, decidió investigar debajo de la cama.

Simona se asomó por encima de la cama mientras su amiga exploraba el territorio oscuro y misterioso. De repente, Chuchoca encontró un mundo secreto que se encontraba debajo de la cama. Un mundo mágico lleno de criaturas fascinantes y emocionantes aventuras. Simona, emocionada por la perspectiva de una nueva aventura, se unió a Chuchoca y juntas, comenzaron a explorar el nuevo mundo bajo la cama. Entre los muchos juguetes y trozos de pelusa, encontraron increíbles criaturas, como hadas, duendes y unicornios.

Todo lo que habían oído hablar en los cuentos de hadas parecía ser real en este mundo mágico. Rápidamente, se hicieron amigos de todas las criaturas imaginables y comenzaron a explorar el resto del mundo mágico. Durante su viaje, encontraron un río que estaba casi seco. Todas las criaturas mágicas estaban tristes y preocupadas por el río porque si no conseguían agua para el mundo mágico, todo se secaría y se moriría.

Simona y Chuchoca se dieron cuenta de que tenían una oportunidad de hacer una buena acción y ayudar a sus amigos del mundo mágico. Simona y Chuchoca sabían que debían hacer algo para ayudar. Recordaron la historia antigua de la fuente en la montaña que nunca se había secado y les aseguraron a todos que encontrarían la fuente secreta para salvar el mundo mágico. Ellos decidieron que, pasarían la noche buscando la fuente secreta.

Mientras buscaban la fuente secreta, se encontraron con un perro gigante que cuidaba los tesoros del mundo mágico. Simona y Chu' intentaron convencer al perro gigante para que los dejara pasar, pero parecía que no estaba interesado en escuchar. Entonces, Simona decidió que quizás, podrían sacar al perro de la guardia para pasar. Simona y Chuchoca caminaron por ahí con sonido de ladrido, fingiendo que ellos también eran perros y, para su sorpresa, funcionó.

El perro gigante salió corriendo de guardia, pensando que eran otros perros. Entonces, Simona y Chuchoca avanzaron rápidamente hacia la fuente secreta. Finalmente, encontraron la fuente secreta, justo en el lugar donde habían escuchado que estarla. Rápidamente, metieron un cubo con agua, llenaron el río y todas las criaturas mágicas empezaron a recuperar la felicidad.

Las hadas, los duendes y los unicornios estaban emocionados y eternamente agradecidos por la ayuda de Simona y Chuchoca. Después de su increíble aventura, Simona y Chuchoca regresaron a su hogar. A pesar de haber estado cansadas, estaban muy felices por haber conocido el mundo secreto debajo de la cama y haber sido útiles en la salvación del mundo mágico. De ahora en adelante, nunca más se aburrirían, ya que sabían que siempre podrían tener una nueva aventura escondida debajo de su cama.